Alber Elbaz se ha lucido por enésima vez. Durante unos instantes, en la Semana de la Moda de París, las piezas de Lanvin cobraron vida. Elbaz, desde su humilde perspectiva sobre sus diseños, hizo desfilar modelos que rebosaron sofisticación: impresionantes faldas largas con vuelo, vestidos cortos y ceñidos, gabardinas y camisas extragrandes, mezcla de tejidos... todo con un mensaje claro: la arruga es bella. La artifiosidad en Lanvin sobra en pro de una sofisticada comodidad; igual que sobran las palabras para describir lo espectacular que estaba Karlie Kloss con su vestido rojizo, y esto sin ver el desfile en directo...
via style.com
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